Lo que comentaré en este artículo es lo que estoy viviendo el día de hoy con mi hijo de dos años y medio. Nosotros no celebramos el Halloween en nuestra casa, no vemos violencia, terror, películas que provoquen el miedo etc. Yo siempre he sido muy sensible a estas cosas por lo que te sorprendería que una mujer adulta como yo no puede ver películas de miedo ni de terror. No es algo de lo que se habla en la casa, no se menciona la palabra miedo.
El año pasado en estas fechas íbamos camino a la escuela de Omar y pasábamos por una casa que tenia una araña inflable de color naranja. Cabe mencionar que Omar tiene una increíble obsesión por las arañas, le gustan y le gusta pisarlas también. Como estábamos apoyando su vocabulario y reforzando lo que veía en la escuela, cada que pasábamos le preguntaba: ¿De que color es la araña? ¿La araña es grande o pequeña? ¿Qué tiene la araña? A lo que me contestaba; patas, ojos, boca. Por dos meses la araña fue la sensación de mi hijo hasta que la quitaron para decorar de navidad. Y cada vez que pasábamos me decía; no eta la ñaña.
Hace dos semanas dando una vuelta con los niños en el carro vi una casa que tenia una araña aún mas grande, ojos enormes, patas grandes, una sonrisa y un sombrero. Decidí orillarme y bajar a mi hijo para que viera la araña y seguir con el ejercicio de que me describiera lo que veía. Para mi sorpresa al acercarnos a la casa vi un montón de cosas mas. Me quedé callada la verdad no supe que hacer, me tardé en reaccionar. Vio la araña claro, pero también vio las calaveras, la bruja, los esqueletos de unos perros, unas arañas en la pared, unas calabazas y un señor grande con ojos blancos a lo que mi hijo describió como un: ¨mostro que tene ojos, no me guta¨ el cual yo no había visto.
El monigote de dos metros la verdad si estaba muy feo, los esqueletos tenían el ceño fruncido y aunque no tienen ojos si tenían facciones de burla y malévolos. Mi hijo repaso todo el patio frontal de la casa y comenzó a describir todo: mira hay calabazas, calaveras, arañas, gatos calaveras, mostro que tene ojos, no me guta mamá. Mencionó que las calaveras estaban enojadas (lo cual confirma que si tenían expresión). Al decirme eso me di cuenta del mono de dos metros, le dije: que feo verdad y lo traté de distraer diciéndole sobre la araña con sombrero que tenia patas muy largas, mientras nos alejábamos y nos subíamos al carro. Todo esto duró probablemente de dos a tres minutos, no mas de eso.
Después de esto llegamos a casa de mi mamá y lo primero que le conto fue todo lo que había visto y que no le había gustado. Algunas noches de repente despierta llorando, otras ocasiones me dice que hay ¨mamas¨ (fantasmas) en la casa. Hace unos días se despertó y me dijo que su abuelito le pego a la calavera y a la calavera se le cayo la cabeza, lo primero que pensé es que había soñado esto.
Empezamos a orar y empecé a enseñarle como orar cuando tuviera miedo. Le enseñe a reprender en el nombre de Jesús si veía algo que no le gustaba. Cuando salimos de la casa ve una calavera que un vecino puso en su balcón, tiene una túnica negra y un candelabro en la mano. Cada vez que salimos o entramos a la casa, menciona que ahí esta la calavera que no le gusta. También repasa las arañas, los fantasmas, las calabazas que ve en el camino. La ciudad entera esta decorada con este tema, todas las cerradas y colonias que están por donde vivimos están decoradas y es tan observador que todo lo ve y lo describe.
Hoy me dijo antes de acostarlo que no le gustaban las calaveras y le dije que no estuviera pensando tanto en eso, que mejor pensara en cosas bonitas, tome su biblia y comenzamos a ver las historias de Jesús, de las cosas buenas que Jesús hacia por la gente, hablamos de los milagros que Jesús hizo y de toda la gente que sanó. Le dije que repitiera una oración y la hicimos dos veces, recalque el poder de Dios para cuidarnos y protegernos. Una y otra vez le dije que no estábamos solos porque Dios siempre esta con nosotros y que si necesitaba algo se lo podía pedir a Dios.
Esto me enseño que los niños son mas inteligentes y sensibles de lo que creemos. Que nosotros podemos decir que el Halloween no pasa nada, pero en su mente y espíritu están una y otra vez viendo monstros, calaveras, fantasmas, cosas tétricas que provocan temor. Estamos bombardeando a nuestros hijos por un mes y medio con cosas que remueven su espíritu inocente.
Queremos que nuestros hijos tengan paz, pero estas imágenes que infunden duda, temor, terror e incertidumbre los llena de todo lo contrario. Una imagen, un video, una foto queda en la mente de nuestros hijos por años o por toda la vida, esa imagen puede dar vueltas y vueltas en su pequeña mente todo el tiempo. Cuidemos mucho lo que ven y escuchan.
Decimos que no pasa nada pedir dulces a extraños y a la vez los confundimos tratándoles de enseñar que si un extraño viene y te dice que te va a dar un dulce le dices que eso esta mal y no se puede ir con el.
Decimos que no se debe de pelear, lastimar o lastimar a la gente o a sus hermanos, pero los llevamos a pedir dulces a casas decoradas con monos con cuchillos o hachas con sangre. Nosotros mismos decoramos las casas para provocar miedo o replicar imágenes de películas.
He decidido bombardear a mi hijo con la verdad, con la palabra de Dios, con las verdades sobre Jesús y las cosas buenas que Dios puede hacer por el en su vida. Deseo enseñarle que por cada cosa mala que ve, se puede contrarrestar con una cosa buena que es Jesús.
No puedo evitar que la gente decore sus casas, no puedo evitar que vea adornos en la calle, hasta donde pueda cuidar sus ojos lo hare, pero en el inter lo que puedo hacer es enseñarle la verdad, enseñarle de Dios y mostrarle como puede Él mismo acercarse a Dios y hablar con Él. Ahorita me tiene cerca pero cuando crezca y este en la escuela, con los amigos u otro lugar a quien podrá recurrir es a Jesús y yo estoy segura que Él Señor estará con él.
Escribo esto para aquellos que piensen que el corazón, la inocencia y el espíritu de un niño es valioso, lo escribo con la intención de hacer conciencia de que las mentes y las almas de nuestros hijos son valiosas y son tierra fértil, sembremos en ellos cosas buenas para poder cosechar el día de mañana cosas excelentes. Cuidemos sus ojos, sus corazones, sus almas y sus vidas. Si vas a bombardear la mente de tu hijo con información que sea buena, agradable y perfecta, aprendamos a manejar el filtro sobre lo que nuestros hijos ven y escuchan.
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Enseña al niño el camino en que debe andar,
Proverbios 22:6
y aun cuando sea viejo no se apartará de él.