Febrero es el mes del amor! Y estaré publicando una frase de cada capítulo del #libroenamórate por día. Son 22 capítulos, así que podrás disfrutar de esta experiencia durante este Mes del Amor!
Siguenos en Facebook Instagram Twitter
Febrero es el mes del amor! Y estaré publicando una frase de cada capítulo del #libroenamórate por día. Son 22 capítulos, así que podrás disfrutar de esta experiencia durante este Mes del Amor!
Siguenos en Facebook Instagram Twitter
Recuerda leer cada versículo que corresponde a cada día y medita en él respondiendo la siguientes preguntas.
Nunca pensé que un sueño pudiera frustrar un deseo en mi corazón.
Me gusta sentarme a pensar y meditar sobre lo que vivo. Vivimos una vida tan agitada y con tantos planes que es difícil tomarnos el tiempo para pensar y analizar nuestro presente y compararlo con nuestro futuro.
Estos días he pensado sobre mis sueños y mis deseos, nunca lo vemos como cosas diferentes pero realmente lo son.
Un sueño es imaginar cosas o sucesos que se perciben como reales mientras se duerme. Aún así también se puede soñar despierto, como cuando lo haces con un viaje, conocer alguna celebridad o tener una mansión frente a la playa. Es el imaginar algo que es poco probable que suceda, que difiere notablemente de la realidad. Es anhelar y fantasear despierto.
Un deseo en una fuerte inclinación ó interés que una persona tiene por conseguir o realizar algo. Es el querer o anhelar algo con ímpetu.
La diferencia es que un sueño puede ser exagerado y poco realista y un deseo está basado en cosas tangibles y alcanzables.
Ejemplo: Deseo que mi vida prospere.
Sueño con llegar a la presidencia.
Un sueño se puede convertir en realidad, cuando lo aterrizamos a un deseo y le ponemos objetivos a corto, mediano y largo plazo. Cuando el sueño se vuelve alcanzable y medible, el deseo lo motiva para que se convierta en algo real.
¿De qué sirve saber esto? Distinguir entre un sueño y un deseo puede ayudar a que cumplas en tu vida realmente lo que quieres. Muchas veces hacemos a un lado lo que realmente queremos dentro de nosotros por alcanzar algo que nos emociona y que también hemos soñado con tener en nuestras vidas.
Dejamos nuestros verdaderos deseos por alcanzar un sueño, por llegar a la cima, por tener un gran logro, pero haces a un lado lo que realmente te hará feliz, lo que te llenará de satisfacción, de amor o de plenitud. Un ejemplo es la película de Nicolas Cage, The Family Man * .
Los minutos, las horas, los días están llenas de decisiones. Tener en mente lo que realmente quieres te ayuda a tomar decisiones, pero también tus deseos tienen que ser categorizados por que habrá momentos en que tendrás que dejar a un lado un deseo por un sueño, o un sueño por realizar algo que tanto deseas, etcétera. Existen niveles también en lo que anhelamos y va a ver ocasiones en las que tendremos que negociar nuestros deseos o sacrificarlos para cumplir otros.
Cuando tomamos decisiones tienen que ser basadas en prioridades y es cuando nosotros priorizamos nuestras metas, deseos o sueños.
Mi sueño era escribir un libro, lo convertí en deseo y comencé a trabajar poco a poco en él. Tuve que tomar prioridades en actividades, sueños y metas, para poder lograr este proyecto. Sacrifique tiempo con amigos, viajes, ir de compras y crecimiento laboral. Pero ese sacrificio fue momentáneo, porque con la ayuda de Dios cumplí ese deseo, logré ese sueño y ahora me siento feliz y plena. Ahora me toca priorizar otros deseos, aterrizar otros sueños y comenzar a orar por lo que tengo en el presente y lo que viene para él futuro.
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón
Salmo 37:4
*The Family Man: Jack Campbell (Nicolas Cage) es un egocéntrico broker de Wall Street cuya única obsesión es el trabajo y una vida llena de lujo. Un día, tras un incidente en una tienda durante la Nochebuena, se despierta viviendo otra vida alternativa: ahora es un humilde vendedor de neumáticos de Nueva Jersey, casado con su antigua novia Kate (Téa Leoni), a la que había abandonado hace años para no obstaculizar su carrera en el mundo de las finanzas. Jack pensó que su vida con una familia lo alejaría de sus sueños y de la felicidad, de pronto se sorprende al estar rodeado de amor y apoyo de su familia, asi como de motivación para seguir adelante.
Comparte este artículo en tus redes sociales y síguenos.
Instagram: @brendagarzamalo
Facebook Fan Page: Brenda Garza Malo
Twitter: @brendagarzamalo
Youtube: Brenda Garza Malo
Martes 22 Mateo 6:1-4 Jesús y la Limosna
Mateo escribe lo que Jesús les enseño sobre la acción del dar limosna. Cuando das una limosna o una ofrenda, es porque lo haces por una motivación interior. ¿Cual es esa la motivación? Es acaso; ¿Que te vean? ¿Que digan que eres generoso? ¿Quieres demostrar o aparentar algo? ¿Cual es la verdadera motivación por la cual lo haces?
El versículo 1 dice que te guardes al hacer las cosas buenas, que no tienes que demostrarselo a las personas, quien realmente de ve es Dios y Él te va a recompensar.
En el versículo 2, Jesús llama a los que muestran sus limosnas, como; hipócritas, pues su intención realmente no esta en el dar la ofrenda, sino en el que te vean haciéndola. Sabemos que Dios conoce las intenciones de nuestro corazón, pero; ¿estamos conscientes de nuestras intenciones?
Yo, el Señor, escudriño el corazón,
pruebo los pensamientos,
para dar a cada uno según sus caminos,
según el fruto de sus obras.
JEREMÍAS 17:10
En el versículo 3 Dios nos enseña a que cuando demos limosna, no debe saber ni siquiera nuestra mano contraria con la que ofrendamos, lo que damos o la cantidad que damos. La intención de este pasaje es el dar sin mostrar lo que hacemos para recibir un aplauso de los demás por nuestra acción.
El versículo 4 termina con una invitación a ser prudentes y el dar porque así lo deseamos y sin tener la necesidad de ser vistos o premiados. Pues, ¿de que sirve mostrar a los hombres dar limosna, si ellos no son quienes nos premiaran? Es Dios quien premia estas acciones y Él lo ve aún y que estemos en un lugar secreto.
Miércoles 23 Mateo 6 : 5-15 Jesús y la Oración
La oración es algo intimo y es el momento en el que te comunicas con Dios.
Jesús salia al monte o se iba a algún lugar tranquilo a orar y lo hacia de manera intima, no invitaba a nadie. Aún y que hablaba de la palabra todo el día o enseñaba las escrituras, Él necesitaba su momento de oración y lo hacia en las noches antes de dormir y en las mañanas andes de que sus discípulos se desperataran.
Es por eso que en estos versículos Jesús les enseñó a orar. Y dice que tiene que ser en silencio, en un lugar a solas, sin gritos ni palabrerías que ni siquiera entiendes y tampoco repitiendo cosas una y otra y otra vez, pues eso no tiene sentido. La oración es para comunicarte con Dios, no para estar repitiendo cosas, eso no te va hacer crecer a ti ni te hace mas espiritual. ¿Te haz preguntado como son tus oraciones?
Jesús menciona en el versículo 8 que Dios ya sabe de lo que tenemos necesidad, pero Él quiere escucharnos y tener una interacción donde oramos, hablamos y Él responde. Él es nuestro padre y es el tipo de comunicación que quiere tener con nosotros.
El versículo 9 Jesús nos enseña una oración la cual conocemos como el Padre Nuestro. Pues esta es la manera en la que tenemos que orar, cubriendo los diferentes aspectos de nuestra vida, es una charla con Dios, donde le pedimos desde el alimento del día, donde le pedimos protección, que nos aleje de la tentación, que se haga su voluntad en lo que estamos viviendo, donde pedimos perdón y estamos declarando que también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden.
¿Te das cuenta que hay veces en las que repetimos las cosas y ni siquiera le ponemos atención? Vana repetición como dice el versiculo 7, sería esto precisamente, decir esta oración sin poner atención. Porque la repites una y otra vez y ni siquiera entiendes lo que dice; por ejemplo;¿ has perdonado a todos los que te han ofendido? Por que en esta oración pides a Dios que te perdone y estas aclarando que te perdone asi como tu haz perdonado a aquellos que te han ofendido. y ¿realmente los haz perdonado?
El versiculo 14 y 15 terminan diciendo presisamente esto; 14 Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros. 15 Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones.
Más que oraciones repetidas o palabrerías que ni siquiera entiendes, haz una oración genuina, del corazón donde Dios escuche tu corazón, tus pensamientos y tus sentimientos.
¿Que te hablaron estos versículos a tu vida?
Devocional Semana del 14 al 21 de Diciembre.
Recuerda leer cada versículo que corresponde a cada día y medita en él respondiendo la siguientes preguntas.