Sin fuerzas, sin actitud, razonando, sin saber qué hacer, qué decisión tomar, cansada de pensar, me trate de calmar. Agobiada por lo que sucedía y por lo que venía en camino, pensé; no hay otra cosa que pueda hacer en este momento más que orar. Tomé mi biblia, me senté en el suelo y solo le pedía a Dios que me ayudara y me diera fuerzas. Yo sabía que Él lo haría pues lo a hecho siempre que lo pido. Lo más importante para mí en ese momento era sentir paz a pesar de lo que vivía.

Si algo tenemos en común todos, es que enfrentamos un día difícil en nuestras vidas. Unos con mayor frecuencia que otros pero al fin siempre lo vivimos.

Santiago 1:2 dice: Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

Lo primero que pensamos cuando algo pasa, es: ¿Qué hago? siempre pensamos en la acción, no en la estrategia. Te abrumas, te aceleras y quieres resolver las cosas de inmediato. Pero nunca nos sentamos a orar, o pensar y pedirle a Dios guía. Las dificultades prueban nuestra fe, ¿A quién recures en el día difícil? La fe produce paciencia, pero ¿por qué? Porque el esperar en Dios, a que haga su perfecta voluntad, o que te guíe en la solución a tu problema, requiere de tiempo, sin embargo te da paz en el momento, paz que sobre pasa todo entendimiento. Con la fe en Dios y la paz que provee se produce la paciencia.

Santiago 1:2 Continua diciendo: Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

La paciencia es la virtud que nos debe de acompañar en situaciones difíciles. Lo primero que debemos de hacer es reaccionar con tranquilidad, pues la paciencia nos hará tomar decisiones inteligentes y no apresuradas.

¿Cómo recibiré guía, como encuentro la estrategia? Dios provee la estrategia, Él es un Dios de procesos. Nunca en las historias de la Biblia habla de Dios haciendo las cosas rápidas, incluso en los milagros hubo un proceso previo que era acompañado de vivencias que incrementaban la fe y la esperanza en Dios produciendo paciencia, y después de ser perfeccionados en esto, venía el milagro. Pero el milagro era hecho porque había fe, en todos los milagros había una obediencia hacia Dios y hacia Jesús. Jesús preguntaba; ¿Crees?  y la persona al decir sí o quiero creer, se hacia el milagro.

Así que además de fe y paciencia necesitamos sabiduría para saber la estrategia y que movimientos hacer y recibir la solución o el milagro. Por eso Santiago 1:5-6 dice; Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y si reproche y le será dada. PERO pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.

Es difícil creer que las cosas pueden mejorar y solo dejarte llevar por lo que estás viviendo.  Pero pide sabiduría y la solución poco a poco vendrá a tu mente, Dios da la sabiduría, la guía, la estrategia y la da en abundancia al que la pide, solo tienes que pedir con fe, sabiendo que la vas a recibir. En Dios está la fortaleza, la sabiduría, la guía, la paz y el gozo.

• La fortaleza para enfrentar lo que vives y seguir adelante,
• La sabiduría para saber que decisión tomar y como actuar o enfrentar lo que vives.
• La guía para saber cuando y donde es el momento adecuado.
• La paz que sobre pasa tu entendimiento, a pesar de lo que estás viviendo.
• El gozo para estar feliz, sabiendo que lo que vives es solo un proceso y no es tu destino.

Las situaciones difíciles, los días malos, los eventos vergonzosos, y los momentos de decisiones importantes, siempre los tendremos. Pero lo más importante es saber que SIEMPRE TENDREMOS A DIOS de nuestro lado, guiándonos, protegiéndonos y dándonos paz. Lo único que tenemos que hacer es buscar un tiempo y un lugar callado para orar a Dios y recibir todo lo que necesitamos.

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!Quiero saber de ti! ¿Que haces para enfrentar el día dificil? ¿Cual es tu oración a Dios? Déjame tus comentarios o mándame un mensaje a brendagzamalo@gmail.com .