Fuente: Shutterstock
Los vi chiquitos e indefensos y quise brincar por la ventana para defenderlos….
Ver esta escena me inspiró a escribir este artículo. Esta semana he visto como dos palominos pequeños en un nido crecen y son alimentados por su mama. Es hermoso ver la naturaleza como hace lo suyo. Pero así como esta familia de palomas crece y es feliz, está por otro lado la cadena alimenticia. Un pájaro grande se acerca al árbol donde está el nido y su pillido hizo que volteara a ver lo que sucedía, inmediatamente pensé; tengo que defenderlos, y al pensar como lo haría en ese momento el Espíritu me enseñó esta lección:
No podemos ganar por otros las batallas que los capacitarán para ser mas fuertes y obtener la victoria propia de batallas mayores que los llevarán al éxito en sus vidas.
Es probable que todos hayamos pasado por algo así más de una vez en nuestras vidas. Quieres defender al más débil, no quieres que lo lastimen y tratas de evitar a toda costa que se sienta mal.
Cuando de bullying en una escuela se trata, estoy de acuerdo el defender a las personas, muchas veces hablar por ellas es parte de nuestra labor de comunidad o hermanos que somos. Es lo que los candidatos a puestos de gobierno hacen por nosotros, bueno deben de hacer… hablar por nosotros.
Hay personas que son introvertidas y otras extrovertidas, como padres debemos de desarrollar todo tipo de cualidades en nuestros hijos, desde ser amables, bondadosos, humildes, apacibles, entre muchas otras. Pero también apoyarlos a ganar sus propias luchas. En la vida debemos ser como un camaleón, comportarnos según las circunstancias, porque tanto niños como adultos formamos nuestro carácter con las circunstancias que vivimos.
Por otro lado, como adultos tratamos de defender siempre a otros, como: a nuestros papas, nuestros hermanos, compañeros de trabajo, y creo que está bien, pero lo importante es ver con ojos de sabiduría cada situación. ¿A qué me refiero? Que hay ocasiones que la persona necesita de estas circunstancias para crecer, aprender y formarse en carácter. Al creer que estamos ayudándolos muchas veces los estamos perjudicando, porque no están luchando sus propias batallas, no están formándose en carácter, no están obteniendo la fuerza, experiencia o inteligencia que necesitarán en el futuro para lo que enfrentaran más adelante.
Hay un versículo de una parábola que me gusta mucho y que sé que puedo emplear en diferentes ocasiones. La parábola es la de: ¨Las monedas de Oro¨ y la encuentras completa en la Biblia en Mateo 25 del 14 al 30, pero el verso que te quiero compartir es el número 23,
Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”
Siempre estamos siendo capacitados en lo poco, en el momento en que podemos con más, es cuando Dios nos dota de mayores bendiciones. Hay veces que decimos que podemos con más, ¿pero qué es lo que estamos haciendo con lo poco que tenemos?
Es por eso que tenemos que ser sabios para darnos cuenta si es necesario defender a las personas o dejarlas que crezcan con estas experiencias para que se puedan preparar para la promoción que Dios les quiere dar. ( No todo es promoción, también hay gente mala que hace daño a las personas) mi recomendación es usar la palabra (Biblia) para obtener sabiduría, esto también nos ayudará a aconsejar.
Si te gusta este artículo y sabes que le puede servir a alguien, compártelo a tus redes sociales.
¿Quieres saber del libro Enamórate? Dale click a este link y checa de que se trata capitulo por capítulo. Capitulo por Capitulo
Adquierelo en la tienda en linea Tienda en Linea